Recuerdo el rosal de mi jardín, lo plante por indicaciones de un buen amigo, ya que particularmente nunca me han gustado las flores, pero este rosal tiene un significado especial pues representa un hijo/a que nunca llegue a ver, cierta vez el jardinero lo podó hasta dejarlo casi a la mitad, recuerdo que puse el grito en el cielo y me preocupe mucho aunque todos me decían que era lo correcto, meses mas tarde vi el resultado: hermosas, hermosísimas rosas blancas, mas grandes, mas fuertes que las anteriores brotaban por todas partes, parecía que nunca lo hubieran cortado, me gusto… y lo tome como suelo hacer con las cosas que pasan… como lección de vida…
Entonces entendí, hacia casi dos años que me habían cambiado abruptamente de puesto, no había terminado una carrera, no tenia marido, no tenia ahorros, tenia responsabilidades, deudas contraídas, debía continuar trabajando, pero el cambio fue brutal, me cortaron casi a la mitad, renegué de la vida, del destino, de llevar un apellido político, de estar entre dos fuegos, con el tiempo trate de buscar lo bueno y comencé a florecer nuevamente, mas fuerte, con flores diferentes, paso el tiempo y hoy entiendo, fue para bien, tal como los buenos amigos me dijeron que sucedería..
Los cambios radicales son buenos… nos ponen a prueba, son como las grandes podas, nuestro mejor abono son los lazos familiares y los verdaderos amigos, los míos, estuvieron siempre conmigo, sea consolándome, respaldándome o simplemente aguantando los malos ratos, salí fortalecida y sabiendo mas, vienen nuevas cosas, lo siento en la sangre y en la confianza con la que me despierto, lo pronuncio en mi mantra: “hoy será un buen día”, escogí esta frase por que una vez se la escuche a mi madrugadora hija que un día cuando tenia 6 años, simplemente se despertó, se estiró, abrió su ventana al sol y la pronunció al viento, su voz llego hasta mi cuarto, donde me afanaba por sobrevivir a un divorcio, a la perdida del mejor amante que tuve y a los problemas cotidianos que siempre incluyen las cuentas y los sentimientos cruzados, tome la frase y la hice mi mantra, lo pronuncio en voz alta y mi cuerpo salta seguro a las 18 horas que tengo por delante, cuando llega la noche es bueno decir, tuve razón, fue un buen día… incluir el “efecto gratitud” en mis oraciones, y pedir por mis hijos, la familia, el ex amante y el ex esposo, en ese orden, que a todos les vaya bien….
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