Hoy mi hijo cumple 16 años, es una edad bonita, se es casi adulto y se es aun un niño, pero Nacho es así como es, mi mayor orgullo, se dice que los niños nos pueden enseñar algunas cosas porque captan intuitivamente las sencillas verdades de la vida, últimamente gracias a él, he podido obtener explicaciones y respuestas a grandes interrogantes en mi vida…
En estas semanas, estuve muy preocupada por que no encajaba en ningún ambiente, en ningún entorno familiar o amical, me sentía fuera de lugar en todo sitio, y eso me tenia fastidiada, cuando espere con ansia una reunión de amigas y me di cuenta que tampoco era mi mundo, llegue a casa desesperada, al dia siguiente se lo conté a mi hijo, añadiéndole mi preocupación sobre ello, Nacho me dijo algo muy sencillo, vale decir, que mis hijos conocen mi vida, les ha platicado de las carencias afectivas y económicas, de que no me criaron mis padres y de las muchas decisiones que tuve que tomar sola a lo largo de mis 43 años, Nacho se sorprendió de mi fastidio, y me dijo… - “Pero mamá si esta claro, te has pasado toda tu vida, sola, decidiendo sola, haciéndote a ti misma, es difícil que encajes en algun lugar, resultas ser una tribu de uno…”
Lejos de enojarme esa respuesta o deprimirme mas, encontré lo que buscaba, la razon de las cosas, y eso me tranquilizó como no tienen idea, en esa respuesta que yo no alcanzaba a ver, además de ahorrarme una consulta al psico… me convenció de que yo no estaba rayada, ni nada sino de que solo era el producto de mi misma y entonces como por arte de magia, la preocupación desapareció. Y es que en realidad cuando se es tribu de uno, no se siente necesidad de pertenencia, así que mi trauma era solo por si era normal que me sintiera o en este caso que “no me sintiera” como debía sentirme….