domingo, 13 de julio de 2014

EL DOLOR...


Acabo de terminar de ver la película, Bajo la Misma Estrella, a pedido de mi hija, he tratado de verla objetivamente, mas por cortesía para con mi pequeña adolescente y por que suelo analizar todas las películas que veo... esta película en particular, trata del dolor, de pérdidas, de como ver la vida de una manera concreta de tal forma que valga la pena vivirla... si la piensas, le encuentras un mensaje.

Hace mucho tiempo, me encontré con el dolor, no tuve una familia normal, así que me tuve que desprender de toda atadura sentimental, con el tiempo per sé, dejé de sentir dolor, o al menos eso creía. Muchos años mas tarde, perdí a mi primer bebé y ese fue el dolor más grande que tuve en mi vida, aun incluso más de 18 años después y con dos hijos sanos y bellos, el dolor por ser huérfana de un hijo, no se me ha quitado.

No obstante el dolor te prepara para salir adelante la próxima vez, no todos tenemos un felices por siempre, y mi matrimonio fue una estadística más, mi esposo me dejó de querer y ese fue el segundo gran dolor de mi vida, han pasado mas de cinco años, y aún me duele, no porque aún lo ame, sino por que yo quería darles una familia completa a mis hijos y no se pudo. Cuando escucho a mi hijo decir que no quiere ver a su padre y a mi hija decir que lo compadece, me duele mucho.  De igual manera, años mas tarde, conocería un amor tardío, que al final solo dejó un doloroso recuerdo por lo incierto de los sucesos que lo rodearon.

Mis hijos creen que mamá no llora, que la mujer que les dio la vida y que hoy es madre y padre, es fuerte, suelo llorar y de manera trágica, pero lo hago siempre a solas, es mi dolor, y creo que nadie tiene derecho a ver mi dolor, y por otro lado me siento en la obligación de ser fuerte hoy por hoy, para mis dos nortes, mis dos motivos, mi niña necesita sentirse segura si no con un padre, conmigo, por lo que no es tiempo de ser débil. Suelo bromearles diciéndoles que deberán cuidar de su madre vieja, pero realmente tengo planes de irme lejos a conocer el mundo en cuanto acaben ambos la universidad, asi que en verdad no tengo idea de donde me cogerá la vejez y mucho menos la muerte, jamás se me ha ocurrido pensar en una vejez tranquila, así que espero que Dios no me castigue dándome ello.

El dolor  esta presente en nuestras vidas, grandes dolores, pequeñas heridas, las madres solemos pedir a Dios que libre a nuestros hijos del dolor y nos ofrecemos como víctimas para que nos pase todo a nosotras y nada a ellos, cuando en realidad, nuestra fortaleza tiene inmersa nuestros dolores, las angustias cuando salen de casa y la fe que se necesita para darles permiso, nuestra pena cuando estudian hasta tarde y nuestra insistencia en que lo hagan, cada cosa que nos hace empujarlos a crecer, nos llena de dolor por que sabemos que cada paso que dan hacia adelante, nos aleja de ellos, pero aún así deseamos que salgan adelante. 

En mi caso, no le huyo al dolor, me preparo cuando es inevitable, me cubro con una mascara ensayada durante años y estoy bien, no es tiempo de dejarse caer, no es mi tiempo simplemente, mi pequeña se quedo dormida al final y no me vio llorar cuando murió Gus y esta bien, por que para ella su mamá es fuerte.

K...